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Si hubiese una realeza de intérpretes españoles, Javier Gutiérrez sería, si no el rey, uno de los miembros más destacados de la corte. El actor se ha enfundado en enaguas y pelucón para dar vida a un monarca, Felipe V, en la serie de comedia 'La vida breve' que estrenará Movistar Plus+ en 2025 y que acaba de ser presentada en el South International Series Festival. Esta cuenta el escueto reinado de su hijo, Luis I, que fue rey solamente durante 229 días.
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Acompañan a Gutiérrez en esta ficción, creada por Cristóbal Garrido y Adolfo Valor ('Reyes de la noche', 'Días mejores'), Leonor Watling como su esposa, Isabel de Farnesio, Carlos Scholz como su hijo y Alicia Armenteros en el papel de Luisa de Orleans. No es el único proyecto que el ganador de dos Premios Goya tiene entre manos, pues le veremos próximamente también en la serie 'La agencia' y en la película 'Rondallas' a las órdenes de Daniel Sánchez Arévalo.
En 'La vida breve' interpretas a un rey "loco", pero no te quedas en lo fácil, sino que vemos mucho dolor en él. ¿Cómo has trabajado eso?
El problema de la salud mental es un tema muy serio y más en los tiempos en los que vivimos en los que parece que por fin estamos dispuestos a hablar sin tapujos y quitarnos la careta. Mi mayor obsesión, o mi objetivo, era que aun siendo una comedia, el espectador pudiese intuir la grieta de dolor del personaje. Es un hombre que llega a España expulsado casi del paraíso, que es el el Palacio de Versalles, y que lo envían aquí abandonado a su suerte, sin saber nada español, sin conocer el país y como un mero fantoche al que van a colocar, pero realmente quién va a dirigir los hilos de la corte va a ser su abuelo, Luis XIV. Desde ahí entiendes los dolores y los padecimientos de este ser tan atormentado que es Felipe V. Y más allá de los guiones, tan brillantes y con tanta comedia, a mí me interesaba que el espectador se plantease de dónde viene todos esos fantasmas.
Cuando comienza la serie, esos fantasmas ya están ahí. Surgen antes. ¿Has tenido que investigar mucho sobre Felipe V para llegar a eso?
La serie cuenta una etapa donde mi personaje abdica en favor de su hijo, un momento en el que están extenuados física y mentalmente, tanto Felipe V como como Isabel de Farnesio. Ha habido un trabajo de investigación para llegar hasta ese punto donde se presenta el personaje y es un tipo que no puede más. No vamos a hacer spoilers, pero de entrada está viendo una rana, que es una de las de las cosas que más llamaba la atención en la corte; un tipo que tenía visiones y veía ranas y las escuchaba croar por todos lados. De hecho, en la serie rebajamos bastante la naturaleza de los personajes porque si no estoy seguro que muchos espectadores no creerían que eso fuese cierto. Este hombre llegó a creer que era una rana, que no se cuenta en la serie porque hablamos de la primera etapa de su reinado. Una vez que abdica en favor de su hijo y este muere, hay una segunda etapa todavía más bestia.
Es una mirada a la Historia divertida, pero rigurosa.
Creo que el espectador va a disfrutar mucho. Primero porque es un divertimento, un pasatiempo, pero también para quien no conozca detalladamente la Historia de nuestro país se puede acercar y puede hacerse una idea de cómo se vivía entonces. Tampoco hemos cambiado mucho, porque si te pones a comparar hay cierto paralelismo con la familia real y con la sociedad actual en la que vivimos.
¿Qué paralelismos ves entre pasado y presente?
Pues que el rey reina, pero no gobierna y que hay consejos de Ministros que toman decisiones por ellos. Ahora ya no sería un consejo del ministros, sería el Ibex 35, la grandes empresas que realmente dirigen este país y el resto del mundo.
¿Y qué opinión te merece la monarquía, ahora que has sido rey en la ficción?
Me parece que está en sus horas más bajas y que todo este escándalo del rey emérito, que ahora todo el mundo sabía, pero que se ha destapado y más ahora con diferentes audios, el ciudadano de a pie tiene peor visión y peor opinión de la monarquía. Entiendo que los reyes actuales están haciendo bien su papel, que están aprendiendo mucho de los errores del pasado, pero aún así yo como ciudadano me considero republicano y creo que esto de la monarquía parlamentaria en España en algún momento tendrá que agotarse.
¿Cómo ha sido trabajar junto a Leonor Watling?
Ha sido muy sencillo, es una grandísima compañera y está fantástica en la serie. Con el resto de compañeros, también. Cuando tienes un buen guion, la mitad del trabajo ya está hecho, pero cuando tienes compañeros con los que puedes dialogar y hacer crecer la secuencia es una bendición.
¿Se sigue aprendiendo como actor?
Pero a diario, claro. Cada proyecto es un examen y a veces no vale de nada lo aprendido. En ese sentido me reconcome el síndrome del impostor.
¿Todavía?
Sí. Y creo que tener los pies en el suelo y creer que no tienes nada ganado, que te tienes que ganar al director o al resto del equipo, convencer a los productores y llevar los deberes bien hechos, no solo saberse el texto sino implicarse emocionalmente y físicamente, me parece un reto.
¿Pero vives ese reto y ese síndrome del impostor desde la aventura o desde la ansiedad?
No, yo disfruto muchísimo. Creo que es algo que me ayuda para no creer que tengo un terreno abonado, o algo ya ganado. Cada personaje que interpretas por primera vez tienes que conquistarlo y, por ende, conquistar al equipo que ha confiado en ti y al espectador.
¿Qué has aprendido últimamente o qué retos se te han presentado como actor?
Primero, estar muy abierto. Yo me considero un actor que va con los deberes hechos y en ese sentido soy un actor-creador. Entiéndase esto: respeto escrupulosamente los guiones, pero también tengo mi visión de la escena y del personaje. Me gusta mucho dialogar y ponerlo en común con el director o con los guionistas. No trato de que prevalezca mi idea, pero sí intento aportar desde ahí. Y aprendo mucho de los compañeros. Soy muy permeable. Adaptarse, más allá de la idea que tú lleves, en una secuencia es muy interesante. Estoy aprendiendo mucho de la gente joven. Y no es que sea demasiado mayor, pero al lado de Carlos Scholz o e Alicia Armenteros es aprendido mucho. Viene gente pegando muy fuerte, con mucho desparpajo, frescura y verdad.
¿Qué aporta a 'La vida breve' haber rodado en escenarios históricos?
Es algo que engrandece la serie. Cuando se hace comedia, se tiende a empequeñecer. Parece que tiene que haber menos dinero. Aquí hemos trabajado con Patrimonio Nacional y los decorados son naturales, desde el palacio de La Granja al Palacio de Fernán Núñez, el Palacio de Aranjuez... Todo eso le da un plus a la serie. Y le sumas la fotografía de María Codina y engrandece el proyecto. Y a eso le sumas que uno no suele andar sobre tacones, ni suele llevar estos pelucones o esos ropajes...
¿Crees que verán la serie los reyes, Felipe y Letizia?, ¿les gustará?
No he pensado en eso y no creo la verían. O, bueno, sí, Letizia es una gran amante del cine y al rey Felipe también le gusta mucho. Igual les haría gracia, quizás más a Letizia que a Felipe. O a Froilán, a él seguro que le hace más gracia.
Nací en Wisteria Lane, fui compañero de piso de Hannah Horvath y 'Chicago' me volvió loco porque Roxie Hart soy yo. Tengo la lengua afilada, pero, como dijo Lola Flores, "me tenían que dar una subvención por la alegría".