Bajo el puente del éxito
El verano adormece, pero el transcurso de 1961 a 1962 estuvo más convulso que de costumbre. El campeonato de 1961 se extendió hasta el mismo Año Nuevo: el 31 de diciembre se disputó la última fecha, a la cual Sporting Cristal y Alianza Lima llegaron igualados en puntaje.
Cristal había sido líder arrollador, pero se cayó en las fechas finales y Alianza lo alcanzó; en las tres jornadas más recientes, los celestes habían empatado contra la ‘U’ (1-1) y perdido contra Centro Iqueño (2-3) y Atlético Chalaco (2-4). Su misión, sin embargo, era teóricamente más sencilla: chocaban contra Mariscal Sucre, que peleaba el descenso. Alianza, en tanto, debía enfrentar a Universitario en el clásico.
Cristal jugó en segundo turno, después del preliminar Chalaco-Ciclista. No pasó de un empate 2-2, cargado de polémica. En el último minuto, con los celestes volcados en ataque en pos del triunfo, se generó un contragolpe ´dinamitero’ que parecía tener destino de gol; de improviso, en plena carrera, el árbitro austriaco Erwin Hieger (quien radicó y se nacionalizó peruano), marcó el final del encuentro. El empate selló el descenso de Sucre, lo que agudizó las críticas. Hieger, en La Crónica, fue bautizado como el “amuleto de Cristal”. En la tribuna no fueron menos complacientes: le lanzaron monedas y el árbitro respondió con un exabrupto, haciendo ademanes con el bajo vientre.
Alianza no sacó provecho y también empató, en el choque de fondo, contra la ‘U’ por 1-1. Fue un clásico tan flojo que la gente arrojó las almohadillas de sus butacas hacia el campo de juego, en protesta.
Con la igualdad persistente, hubo que programar un partido extra.
Dinamita contra los jueces
La semana estuvo caldeada. El martes 2 de enero, en el local de la Asociación de Clubes, comenzó a ‘cocinarse’ una eventual salvación de Sucre. No solo se argumentaba el prejuicio arbitral; también cundían los rumores de que Chalaco se había ‘echado’ (perdió 2-1) contra Ciclista Lima, resultado que salvó a los ‘decanos’ y condenó a los ‘dinamiteros’. Al final, la movida no funcionó y Sucre se fue a Segunda, como correspondía.
Asimismo, los dirigentes lanzaron una pública protesta contra los jueces. Sancionaron a Hieger por los gestos a las tribunas y criticaron a Alberto Tejada Burga, quien se presentó tarde y no dirigió el preliminar (clave por la baja) entre Chalaco y Ciclista. Arturo Yamasaki iba a ser designado para dirigir la final, pero los dirigentes se opusieron. Hubo una primera tentativa de traer al chileno Carlos Robles. Las gestiones fracasaron, pero se contrató finalmente al juez argentino Juan Carlos Brozzi. Cristal y Alianza, en partes iguales, costearon su arribo y sus honorarios.
Final calurosa
La final fue programada para el sábado 6 de enero de 1962 y toleró otra polémica, aunque menor. Cristal quería jugar por la tarde y Alianza por la noche; se impuso la propuesta blanquiazul, aludiendo al calor que reinaba Lima, que bajaría en horario nocturno. El choque quedó fijado a las 9 y 10 de la noche.
Por la remontada final y por el apoyo en tribunas, Alianza era favorito, pero a Cristal lo avalaba haber superado a los blanquiazules en sus dos encuentros regulares (2-1 y 0-1). Asistieron 38’845 personas; probablemente, más del 95 por ciento del estadio Nacional fue blanquiazul esa noche.
En Cristal, su técnico Juan Honores decidió que reapareciera en el arco Reynaldo Párraga en lugar del veterano Rafael Asca; la defensa la conformaron Eloy Campos, Orlando De La Torre, Anselmo Ruiz y Roberto Elías; al medio arrancaron Matías Quintos, José Del Castillo y Nicolás Nieri; adelante, el trío estuvo compuesto por Alberto ‘Cachito’ Ramírez (el primer ‘Cachito’ del fútbol peruano, abuelo del actual jugador de Corinthians), Alberto Gallardo y Faustino Delgado.
En Alianza, el brasileño Jaime De Almeyda dispuso a Rodolfo Bazán en portería; José Galván, el brasileño Wantuil De Trindade, Adolfo Donayre y Lorenzo Flores estuvieron en defensa; Juan de La Vega, Manuel Grimaldo y Víctor ‘Pitín’ Zegarra alinearon al medio; Eduardo ‘Sucre’ Flores, Jorge Cabanillas y Guillermo Gamarra lideraron el ataque.
Goles y mordiscos
El encuentro fue muy parejo en los primeros minutos, pero Cristal acentuó dominio hacia la media hora. En ese trámite, el gol le llegó como del cielo. A los 32’, Faustino Delgado cobró un tiro de esquina; Galván se agachó y no atinó a despejar, lo que fue aprovechado por Ramírez para, de cabeza, vencer a Bazán y poner el 1-0. Reinó el silencio en el Nacional.
Alianza reaccionó recién en el inicio del complemento. A los 49’, Párraga desvió, con las rodillas, un disparo casi seguro de ‘Gamarrita’; minutos después, un tiro de ‘Sucre’ Flores remeció el travesaño. Poco a poco, los íntimos asumieron el dominio, aunque con desorden.
Cristal liquidó el asunto a falta de ocho minutos: Alberto Gallardo, su figura en aquella campaña, inició una carrera veloz con la marca de Wantuil encima; al entrar al área, el brasileño lo trabó y Brozzi cobró el penal. Los íntimos reclamaron que el jalón había sido fuera del área, pero esta versión fue refutada por el propio periodismo, que juzgó acertada la decisión del argentino. El propio ‘Jet’ remató al medio (según las crónicas, si Bazán no volaba hacia su derecha, atajaba el disparo) y puso el 2-0.
Con la final sentenciada, se desataron los conatos de bronca. A los 85’, Nicolás Nieri y Manuel Grimaldo se fueron por agresión mutua; Nieri acusó a Grimaldo de haberlo mordido; los periódicos relatan que, en camarín blanquiazul, Grimaldo sujetaba un pañuelo con la boca. Instantes después, Lorenzo Flores fue expulsado por una entrada desleal contra ‘Chito’ La Torre, quien minutos antes le había entrado con fuerza a Gamarra, por lo que la acción fue calificada de vendetta; el último expulsado, ya en los descuentos, fue Eloy Campos, por una acción peligrosa.
La fiebre rimense
El estadio quedó mudo con el resultado. La Crónica rotuló la conquista bajopontina como “Cristal campeón. Con corona, pero sin hinchada”. Luis La Torre, uno de sus columnistas, sostuvo que “los muchachos de Cristal no tienen la culpa de que sus dirigentes no hayan sabido, desde la fusión Tabaco-Cristal, formar una hinchada y que aún la que tenía el Tabaco la hayan destruido”.
El dictamen fue muy drástico; por el contrario, sí hubo expresiones de júbilo y hasta algún simpatizante celeste se desmayó rumbo a camarín. Allí, el ex presidente de Cristal, Blas Laredo, lloró de emoción; el vicepresidente, Benjamín Cisneros, en terno y corbata, fue cargado hasta las duchas, donde festejó con los jugadores.
El agasajo fue en la casa de don Ricardo Bentín, en la avenida Petit Thouars. Hubo cerveza y whisky a discreción, y se prolongó hasta la madrugada. El delegado Augusto Moral fue el único que se fue temprano; viajó la mañana siguiente a Buenos Aires, para coordinar la participación de Cristal en el “Torneo de Clubs Campeones del Mundo”, como llamaba la prensa peruana, por entonces, a la bisoña Copa Libertadores.
Paralelamente, en el Rímac, los vecinos armaron una fiesta espontánea, a la cual se sumaron los hinchas y socios que querían ‘seguirla’ después de la reunión en Santa Beatriz. No era para menos: si en 1956 Cristal se había consagrado sin jugar, el segundo título de su historia merecía celebrarse por todo lo alto. Fue su primera final y supo ganarla.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Recortes: diario La Crónica
escrito por JOSE VÃSQUEZ ANAYA , December 07, 2012
escrito por kamikaze , December 07, 2012
escrito por guishe , December 07, 2012
escrito por Alex H , December 07, 2012
Una buena crónica para seguir palpitando lo que los celestes esperamos para este domingo: nuestro tÃtulo número 16!!!
escrito por Eduardo Martin , December 08, 2012
La Crónica rotuló la conquista bajopontina como “Cristal campeón. Con corona, pero sin hinchadaâ€. Luis La Torre, uno de sus columnistas, sostuvo que “los muchachos de Cristal no tienen la culpa de que sus dirigentes no hayan sabido, desde la fusión Tabaco-Cristal, formar una hinchada y que aún la que tenÃa el Tabaco la hayan destruidoâ€.
Mi padre no solo se alejo completamente del ex equipo de sus amores, sino que paso a ser seguidor, hincha y en los últimos dÃas que Dios le dio de vida directivo del Defensor Lima. Lamentablemente ante su inesperada partida esta y muchas dudad que solo el podrÃa comentarme se fueron con el, les agradecerÃa por favor podrÃa esclarecer que sucedió exactamente con la hinchada del Tabaco.
escrito por sceleste , December 09, 2012
Buena crónica de la final del '61, señores de DeChalaca. Sólo una precisión, el presidente del SC era Blas LOREDO, no Laredo. A ver si corrigen este error, que no es la primera vez que lo veo en su página.
Salud Cristal!
Quisiera comentar algunas precisiones sobre las alineaciones de los equipos, para 1961 aún se usaba la formación 3-2-5 tradicional de la época, he revisado varios periódicos de esas fechas y en ningún caso se menciona que algún club peruano halla empleado el 4-3-3 que ustedes describen. Incluso, durante el Torneo Apertura de aquel año, el "chueco" Honores empleó un 4-2-4 en Cristal, cosa que fue mencionada como una novedad de la época y tildado de sistema defensivo. Por lo que he leÃdo, en aquella final ninguno cambió ese sistema clásico y Cristal formó con una lÃnea de tres defensores: Campos, Ruiz y ElÃas, en el medio formaron Quintos y De La Torre y la delantera de cinco jugadores (que aparecen en la foto de su artÃculo) la conformaron Del Castillo, RamÃrez, Gallardo, Nieri y Delgado.
Otra curiosidad es que el diario La Crónica del dÃa siguiente tituló como mencionan que el Cristal era un "campeón sin hinchas", sin embargo en el especial del partido colocaron varias fotos de los jugadores celebrando con hinchas celestes, incluso hay una foto muy graciosa de Orlando de La Torre escapando de algunos aficionados que querÃan les regale su camiseta y short.
Muchos éxitos y ojalá continúen los buenos artÃculos de la historia del fútbol peruano.