Chocolatería El Indio

tienda y fábrica de chocolate de Madrid, España

La Chocolatería El Indio (también conocida como Molino de Chocolates «El Indio») fue una tienda y fábrica de chocolate fundada en Madrid en 1848. Estuvo emplazada en la esquina de la calle de la Luna con la de San Roque hasta su cierre en 1994. El 8 de marzo de ese mismo año, y por ser uno de los pocos comercios madrileños del siglo xix íntegramente conservados,[1]​ el conjunto comercial fue adquirido por el Museo Nacional de Antropología y parte de su mobiliario se exhibe en el Museo del Traje de Madrid.

Fachada de la chocolatería hacia 1900 (fondo fotográfico del Museo del Traje, en Madrid).

Historia

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Conocida por su llamativa portada, su mobiliario a base de maderas nobles, el molino de moler cacao y la talla en madera de un indígena que presidía el establecimiento, la Chocolatería el Indio fue un negocio de tradición familiar, poseedor de una fórmula chocolatera que pasaba de generación en generación. Además el tratamiento del cacao, el establecimiento disponía de servicio de molienda de café y venta de caramelos y otras golosinas. Fue fundado en 1848 por los hermanos Enrique y Mauricio Vela que instalaron su molino de chocolate en la casa nº 14 de la calle de la Luna. El negocio fue novedoso en España dado que hasta 1824 no se había obtenido el cacao en polvo, origen del chocolate sólido.[a]

La familia Ruiz

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Pablo Ruiz Santamaría nació el 25 de enero de 1879 en un pueblo de la provincia de Burgos. Se casó con María Diego Ruiz, hija de Cipriano y desde entonces aparece como titular de la fábrica. Esa fue la época con mayor crecimiento del negocio, con cuatro empleados en nómina hasta 1925. A partir de entonces, el número de empleados varía entre los dos y tres. Durante la Guerra Civil española eran dos trabajadores, probablemente un oficial y un ayudante. En los años 20 y 30 también hubo una ampliación en la oferta de productos, empezaron a vender café y fiambres.[2]​ Durante los años de la Guerra Civil, 1936-1939, la fábrica pasó por momentos difíciles y tuvieron que hacer una reducción del precio: «Con arreglo a lo dispuesto en el decreto fecha 29 de septiembre 1936 queda reducido el importe de este recibo a pesetas 585»[3]​ Entre las décadas de 1940 y 1950 empezaron a venderse productos de confitería y derivados del chocolate, aunque el producto estrella continuaba siendo el chocolate familiar que, en esa década de 1950, se podía servir a domicilio. En 1954, Pablo Ruiz pasó la dirección de la chocolatería a sus hijos.

El molino del “Indio”

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Bajo un dosel de madera sobre columnas torneadas, un indio azteca tocado con sombrero, aparecía tallado sobre el embudo del molinillo, cuyo contenido de grano de cacao se distribuía a las dos molederas laterales,[b]​ que giraban en torno a un eje conectado con la maquinaria a motor situada en el sótano del establecimiento.[4]​ El conjunto de la estructura descansaba sobre un pie de ladrillo forrado en dos de sus laterales por un panel de madera. La molienda requería la vigilancia de dos operarios.

  1. Texto del documentos en el Archivo del Corregimiento, grupo 7, Comercio e Industrias, tomo VII. Sección 2, legajo 64, número 8: 1848. Licencias para establecer molinos de chocolate a D. Enrique y D. Mauricio Vda. en la Luna, 14.: «Don Enrique y don Mauricio Vela solicitan licencia para establecer un molino de chocolate en la casa nº 14 de la C de la Luna en atención ha haberse contratado su construcción y berificador [sic} a esta antes de la publicación de las nuevas ordenanzas. Pedido informes a el Sor Teniente Alcalcle del Distrito le evacúa. Diciendo ser cierto lo espuesto [sic] y juzgando por tanto debe accederse a lo solicitado. Aunque el artículo 361 de las ordenanzas prebiene [sic] q. dichos establecimientos se sitúen en los arrabales no aplicable la mesa al caso presente en atención a que según manifiesta el Sor Teniente Alcalde es anterior su construcción a la publicación de las ordenanzas, las que no pueden tener efecto retroactivo por lo que entiende esta en el caso de concederse. En Madrid, 10 de octubre de 1848». Asimismo, por un contrato de arrendamiento a D. Cipriano de Diego datado en 1890, lo identifica como director del negocio en ese periodo. Cipriano de Diego, burgalés también, nació el 16 de septiembre de 1842 en Escalada. En 1864 fue a vivir a Madrid y en 1890 figura como casado, con una hija María Diego Ruiz y de profesión comerciante.
  2. Las molederas circulares de piedra estaban recubiertas por una plancha de cobre y se superponían a unas ruedas cónicas que facilitaban el giro sobre las dos grandes pilas de granito.

Referencias

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  1. AA.VV.: «A ambos lados de la Gran Vía» en Establecimientos tradicionales madrileños, t. II IV, ed. Cámara de Comercio e Industria de Madrid, 1984, pág. 170
  2. Archivo del Corregimiento, grupo 7, Comercio c Industrias, tomo VII, aperturas. Sección 23, legajo 366, número 95.
  3. Factura del 1 de octubre de 1936
  4. Giménez, M.R. (3 de octubre de 2013). «“El Indio” de Madrid y “El Indio” de Barcelona». Consultado el 3 de abril de 2017. 

Bibliografía

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Enlaces externos

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