- Resultados y clasificaci�n As� est� la Liga Endesa
Ser� un equipo del que nadie se f�e, as� ha quedado demostrado en dos domingos para no olvidar. El Baskonia, tan irregular y tan marcado por las bajas, acab� con el Real Madrid en el Buesa y con el Bar�a en el Palau. Hurg� en la herida blanca y cort� la inercia azulgrana, un jarro de agua fr�a al estupendo arranque de Joan Pe�arroya para su primera derrota en Liga Endesa. [89-93: Narraci�n y estad�sticas]
�D�jennos ver el juego!
Vicente Salaner, tan cerca de las estrellas
Porque el Bar�a acud�a con el subid�n de su extraordinaria semana europea, la continuaci�n al m�s que ilusionante amanecer de la era Pe�arroya (tras la Supercopa, seis victorias y s�lo la derrota en Kaunas). El triunfo en la pr�rroga en Belgrado ante el Estrella Roja no fue cualquier cosa. Enfrente, muchos m�s problemas atraviesa el Baskonia de Pablo Laso, por los resultados y por las lesiones: en el Palau se plant� con una rotaci�n de ocho hombres, sin Sedekerskis, Rogkavopoulos, Raieste ni Baldwin.
La pelea aparentemente desigual no lo fue. Porque los vitorianos mostraron car�cter y desparpajo en el Palau. En el comienzo con el joven Ousmane Ndiaye en la pintura. El Bar�a se rehizo con la aparici�n de Metu, aunque se estanc� ofensivamente en el inicio del segundo acto, apenas cuatro puntos en m�s de siete minutos.
Punter
Fue en la segunda mitad cuando m�s saltaron las alarmas locales. Los triples de Markus Howard y Luwawu-Cabarrot, adem�s de las p�rdidas del Bar�a, impulsaron al Baskonia, que lleg� a mandar por 10 (38-48). Fueron Juan N��ez con la batuta y Jabari Parker los que lograron mantener la puja.
Que se iba a elevar a�n m�s cuando Cabarrot y Trent Forrest (dos ex NBA) desplegaron toda su clase indomable. Y volvieron a estirar la ventaja a la decena (68-78 a falta de seis minutos). Para colmo, Laprovittola se lesion� alarmantemente en su rodilla. Y, a�n as�, el Bar�a pele� hasta el final, oxigenado por los fallos desde el 4,60 del rival. El quinto triple de Jabari, seis puntos seguidos de Punter... Para morir en la orilla, porque el propio Punter, h�roe en Belgrado, fall� una aparentemente sencilla penetraci�n que hubiera mandado el partido a la pr�rroga.