Cada a�o, la Europa League recibe al Sevilla con los brazos abiertos. Este curso la bienvenida tuvo una parte de sabor amargo por la decepcionante eliminaci�n en la Champions, pero en cuanto se asent� en el Pizju�n, sede de la final, y descubri� su territorio, el equipo de Lopetegui recuper� su eterno idilio con la segunda competici�n del f�tbol europeo. Esa que ha levantado seis veces.
Visitaba Nervi�n el Dinamo de Zagreb, segundo de un grupo en el que estaban el West Ham, el Rapid Viena y el Genk. Un rival peligroso pero m�s amable que el N�poles o la Lazio. Lopetegui, consciente de que tiene que rotar a su amplia plantilla para poder competir en Liga y en Europa, dio entrada a Munir y sent� a En-Nesyri para darle el centro de la delantera a Martial, fichaje estrella de invierno. En el mediocampo, los de siempre, Rakitic y el Papu, de cuyas botas naci� el 1-0. El croata lanz� un pase al hueco para Martial, que remat� cruzado sobre Livakovic, �ste despej� y ah� apareci� el argentino para elevar el bal�n sobre el portero, siendo derribado. Un penalti que Rakitic, despu�s de fallar una pena m�xima ante Osasuna, transform�.
El gol tranquiliz� demasiado al Sevilla y el Dinamo, guiado por la verticalidad de Orsic, encontr� el empate en un error de Diego Carlos. El brasile�o midi� mal en un centro, no lleg� a despejar y el croata super� a Bono. Las tablas despertaron por fin a los sevillistas y en cuatro minutos sentenciaron la cita. Ocampos, con algo de suerte en los rebotes, envi� una volea a la red y Martial, ya en el 45 del primer tiempo, complet� un perfecto contraataque y anot� su primer gol en Espa�a.
En la segunda parte, los locales se dedicaron a temporizar el juego y a buscar el cuarto tanto en alguna arrancada fugaz, aunque m�s pendientes de no encajar para llegar c�modos a la vuelta en Croacia. El regreso de Navas, que no jugaba desde el 4 de noviembre, fue lo mejor.
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