“Hemos presentado la respectiva carta de protesta al Nuncio Apostólico porque eso está prohibido por el Derecho Romano... el involucramiento, peor de obispos, en política”, dijo ayer el presidente Rafael Correa de las declaraciones del arzobispo de Guayaquil, monseñor Antonio Arregui, sobre que los diálogos debían recuperar credibilidad.