Crítica de Juega o muere, la película de terror con Asa Butterfield y Natalia Dyer como protagonistas
Crítica de Juega o muere (All Fun and Games), la película de terror adolescente dirigida por Eren Celeboglu y Ari Costa con Asa Butterfield y Natalia Dyer. Estreno el 20 de septiembre.
Estamos en racha con el cine de terror. En plena spooky season (esas semanas previas a Halloween en la que la cartelera luce sus más horrorosas galas para servirnos cintas del género de todo tipo), nos enfrentamos a un nuevo estreno al que tenemos que prestarle atención: Juega o muere (título original All Fun and Games).
Se trata de una cinta de apenas 76 minutos duración que viene a sumarse a propuestas previas como No hables con extraños, Parpadea dos veces, Longlegs o Alien: Romulus. No podemos decir que no tengamos un amplio abanico de posibilidades para pasar un mal rato en el cine.
Juega o muerte viene además avalada por la producción de los hermanos Russo y cuenta con dos estrellas jóvenes que son un estupendo reclamo para el público joven, muy familiarizado con ellas gracias a sus papeles en series archiconocidas. Hablamos de Asa Butterfield (Sex Education) y Natalia Dyer (Stranger Things).
Aunque el que les come la tostada es el aún más joven Benjamin Evan Ainsworth, que no es ajeno al género en absoluto dado que participó en La maldición de Bly Manor. Él es, al menos en apariencia, el más implicado en esta película y por tanto uno de los aspectos más positivos de esta cinta que tiene tantos defectos.
La daga maldita
La acción os desplaza a Salem, localización marcada por un pasado traumático y por historias que se fueron quedando por el camino sin llegar al acerbo popular, a pesar de la trágica historia de las mujeres que fueron asesinadas tras ser acusadas de brujería.
Jonah, el pequeño de tres hermanos, encuentra una daga con una inscripción y un escabroso diario en una cabaña abandonada en el bosque. Sin embargo, no logra leerla con facilidad, así que la guarda con la intención de limpiarla en casa y seguir indagando, para disgusto de Billie y Marcus, los encargados de cuidar de él en ausencia de su madre.
Pronto empiezan a suceder cosas extrañas: siente que la daga quiere comunicarse con él y sufre visiones del pasado cuando la toca. Pero su curiosidad es más fuerte y continúa limpiándola hasta revelar lo que está escrito en ella.
Será Marcus quien complete el ritual y quede "asociado" al objeto maldito, lo que le llevará a estar poseído por un espíritu iracundo y a perpetrar una serie de escabrosos asesinatos.
La premisa principal es elegir un juego y repetir las palabras "Jugaré y no me retiraré". A partir de ese momento, los demás solo pueden correr y tratar de ponerse a salvo.
La estructura de Juega o muere es de manual. Aparece un objeto mágico que abre una especie de portal al pasado y los protagonistas sufren una suerte de recreación del mismo con la misión de sobrevivir en primer lugar y superar la maldición en segunda instancia, cerrando dicho portal.
Es exactamente lo que hizo Háblame, si bien aquella contaba con varios atractivos adicionales que la encumbraron a ser una de las mejores películas de terror del año 2022: grandes interpretaciones, muertes escalofriantes y una mitología propia coherente y emocionante, además de tener aspectos de fondo de rabiosa actualidad como la salud mental y los contenidos virales.
Juega o muere falla prácticamente en todos los aspectos. En primer lugar, la historia de fondo no tiene excesiva lógica y, aunque es traumática, ni está bien contada ni consigue ser conmovedora. Se supone que estamos llamados a empatizar con las víctimas del pasado, pero el guión nos lo pone demasiado difícil.
Para seguir es una producción escasa de medios en la que los efectos especiales resultan muy poco creíbles, al igual que le sucede a las caracterizaciones.
Uno de los aspectos centrales de Juega o muere es precisamente lo que sugiere el título: la recreación de inocentes juegos infantiles de modo cruel y sangriento, pero en este aspecto tampoco cumple por su escasa originalidad: ¿a cuántos asesinos en serie hemos visto obligando a sus víctimas a jugar al escondite? Había margen para escoger, al menos otros juegos menos populares.
Asa Butterfield es un buen actor, pero ni está bien dirigido ni resulta tan aterrador como debería, a pesar de esforzarse por poner cara de loco. De hecho, a veces parece que se va a echar a reír, así que es muy poco eficiente como "vehículo del demonio".
En suma, estamos ante una propuesta bastante pobre en cuanto a contenido aunque intensa como experiencia de visionado. Esto se debe al montaje, con el que se busca asustar constantemente al espectador con inesperados insertos breves con petardazo de audio incluido. El susto fácil está servido. Los fans que gusten de este tipo de artificios, tienen un nuevo tren de la bruja al que subirse.
VALORACIÓN:
Poco que rescatar de una producción barata en la que el argumento tiene poca lógica y la aventura está muy trillada. De no ser por el montaje y los interludios en los que busca el susto fácil, no habría mucho de lo que hablar.LO MEJOR:
Si te gusta que te aceleren las pulsaciones con momentos efectistas y subidones de audio, los sustos te los llevas.LO PEOR:
Es una producción que luce barata y en la que los actores, a pesar de ser buenos ganchos para la audiencia joven, están muy mal dirigidos.40
MaloConoce cómo trabajamos en HobbyConsolas.
Otros artículos interesantes:
- Asa Butterfield (Sex Education) saca su lado más perturbador en el tráiler de Juega o muere
- 10 obras maestras del cine de terror injustamente infravaloradas
- Shadow of the Ninja - Reborn, el regreso de una leyenda del número 1 de Hobby Consolas