Cultura
Giros especiales y voz personal: los ganadores del segundo concurso de poesía Pablo Neruda
Una vez más, la Universidad del Rosario y la fundación chilena Pablo Neruda se unieron para celebrar el talento poético juvenil. En la segunda versión del certamen los ganadores fueron estudiantes de periodismo y de Creación Literaria. Estos son sus poemas.
Por segunda vez, la Universidad del Rosario y la Fundación Pablo Neruda, de Chile, juntaron esfuerzos para fomentar la creación poética en los jóvenes colombianos. Luego de un año de su primer certamen, este viernes se dieron a conocer los poemas ganadores del II Concurso Nacional de Poesía Pablo Neruda.
Luego de una convocatoria que tuvo como resultado más de 50 poemas recibidos por parte de los organizadores, la tarea de escoger a los dos ganadores (uno por la comunidad rosarista y otro a nivel nacional) estuvo en las manos de la poeta y periodista Yirama Castaño, una de las creadoras de la Revista y de la Fundación Común Presencia y autora de libros como “Memoria de aprendiz”; Luis Enrique Nieto, director de la Unidad de Patrimonio Cultural e Histórico del Rosario y Fernando Sáez, director ejecutivo de la Fundación Pablo Neruda, institución con más de 30 años de trayectoria.
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Los poemas que se llevaron el primer lugar fueron Cartas a quien corresponda, de Angie Alejandra Cetina Contreras, estudiante de Periodismo y Opinión Pública de la Universidad del Rosario; que en palabras del jurado calificador fue “una obra trabajada, de manejo muy acabado en su temática amorosa, tópico común pero que la concursante reactiva con giros especiales”. Y los poemas Acero inoxidable y Ángeles del ya, de Diego Armando Peña, estudiante en proceso de grado de Creación Literaria de la Universidad Central, “por realizar un conjunto unitario de poemas, preciso y contundente, con un lenguaje moderno y atractivo, sencillo y directo, de profundidad temática y en el cual se aprecia una voz personal y distinta”.
El premio del que disfrutarán los jóvenes es un viaje a Santiago de Chile para participar del Taller Latinoamericano de Poesía Fundación Pablo Neruda, que convoca jóvenes poetas de Argentina, Uruguay y Chile, mediante los respectivos concursos en esos países. Allí conocerán las casas-museo del poeta chileno en Santiago, Valparaíso e Isla Negra. Así mismo “se publicará una antología con los poemas de los finalistas de la primera y segunda edición del concurso el año entrante, lo cual permitirá consolidar las obras de los jóvenes poetas”, afirmó Andrés Felipe Escovar, representante de la Fundación en Colombia.
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En palabras de la poeta Yirama Castaño, la convocatoria de este año se destacó por un “buen manejo del lenguaje y algunas propuestas trabajadas con sentido crítico, riesgo poético, humor y sátira, que refrescan el panorama literario universitario y dan cuenta de una manera de leer la realidad y transformarla a través de la escritura”.
Foto: Cortesía - La poeta y periodista Yirama Castaño durante la premiación del concurso
Estos son algunos apartados de los textos ganadores:
De Cartas a quien corresponda, por Angie Alejandra Cetina:
Los recuerdos se parecen tanto a ti,
cual movimiento en las rocas
como quietud de un reloj
Imposible
Intermitente
Te pareces a los recuerdos
cual quietud de las rocas
como movimiento de un reloj
Inevitable
Inefable
“Estás condenada a mi recuerdo”
Inquietante
De Acero inoxidable de Diego Armando Peña
En una clase de enteré que los metales
se funden a 1510 grados
temperatura que solo podía venir
de un soplo de ira divina
Entonces
dentro me un pocillo
maldije a dios
dejé su cruz de cabeza
e incluso quemé su imagen
pero él no se enojó
Mi abuela a su modo
me enseñó que la nada
se presenta sin necesidad del óxido
pues luego de su muerte
los pocillos se refundieron
entre los lamentos de sus
hijos
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La importancia de este concurso en palabras de Ana María Restrepo, decana del Medio Universitario del la Universidad del Rosario, radica en el esfuerzo por construir espacios en los cuales los estudiantes desarrollen y potencien sus capacidades artísticas y académicas, “pero esa formación es mucho más valiosa cuando se cultiva en el alma de las personas, la palabra afable que deshace el nudo de la indiferencia y entrega al mundo el lenguaje sensible de la esperanza y el reencuentro entre nosotros”.