Son plantas herbáceas perennes o bianuales, raramente anuales, generalmente glabras y con frecuencia aculeadas. Hojas lineares a orbiculares, simples, enteras y paralelinervias o con más frecuencia pinnadamente o palmadamente espinoso-lobadas o -divididas y con nervadura reticulada; pecíolo envainador. Inflorescencias en capítulos solitarios a numerosos y arreglados en cimas, racimos o panículas, generalmente involucrados, flores sésiles o casi sésiles, blancas a azules o moradas; cáliz con dientes prominentes y persistentes; pétalos con el ápice frecuentemente lobado, adelgazado e inflexo; estilos más largos o más cortos que el cáliz; estilopodio y carpóforo ausentes. Fruto globoso a obovoide, terete a dorsalmente aplanado, con comisuras anchas y costillas obsoletas, densamente cubierto por tubérculos o escamas, vitas inconspicuas.[2]
Eryngium: prestado del latínēryngē, -ǐum derivado del griegoἡρύγγioν, que ya designaba a diversas especies del actual género, pero también a otros «cardos». Tratado por Teofrasto (648, 849), Dioscórides (III,22) y Plinio el Viejo en su Naturalis Historia (22, 18) por sus propiedades «prodigiosas».[3][4][5] Curiosamente, Aristóteles empleó el vocablo para referirse a una especie de la familia Rosaceae (Aruncus dioicus) sin relación alguna con el género linneano.[6]
Muchas especies de Eryngium tienen un largo historial de uso. Han sido empleadas en la medicina tradicional para la preparación de remedios diuréticos, estimulantes del apetito, laxantes o antiinflamatorios.
Las raíces se consumen como verdura o para cabello de ángel. Los brotes tiernos y las hojas a veces como sustitutos del espárrago. Las raíces de las especies Eryngium yuccifolium y Eryngium maritimum, son potentes antiinflamatorios y es posible que tengan otras propiedades, como anticonceptivos.
Eryngium foetidum es una hierba culinaria utilizada ampliamente en Latinoamérica y Asia sudoriental, como sucedáneo del culantro.[cita requerida]